lunes, 29 de septiembre de 2014

Caminante.

¡Amores!

Hace algún tiempo, mientras realizaba mi capacitación en Flores de Bach, pude comprender la relación que tiene la Naturaleza con nosotros y lo alejados que estamos de su lenguaje. 
Las plantas guardan un misterio para los humanos, similar al de las piedras, por cuanto no resulta sencillo explicar el modo cómo llegan a nuestras manos más de una vez. Provenientes de los más impensados rincones del planeta, han rodado por milenios de un sitio a otro y quizá permanecieron por muchos miles más en el fondo de un lecho marino, antes de que una pequeña roca llegue a rozar nuestros dedos.
Y con las plantas sucede del mismo modo.
Semillas pequeñas, livianas, audaces, impulsadas por la energía del viento y sin temor por la travesía, recorren metros con la misma sencillez que viajan kilómetros hasta alcanzar un destino que muchas veces imaginamos casual. Sin embargo, basta con observar las plantas que crecen en nuestro jardín, en las cercanías de nuestra calle, en el parque de una escuela, a los lados de un camino, junto a unas vías de tren así como en el sitio que cada quien opte por observar, para comprobar que tienen relación directa con aquello que estamos necesitando comprender, asimilar, recordar e incluso sanar físicamente. Aquéllas que tienen algo para decirnos se cuelan entre las demás, pugnando por brotar, emerger a la superficie y mostrarnos una parte de nuestro inconsciente en manojos de hojas o de flores silvestres.
Puedo decir con certeza a esta altura de mi vida, que es difícil el camino del caminante pero aún es más difícil dejar de caminar cuando se ha descubierto el nomadismo de la propia alma.
Por eso es que cada día, cada quién, puede hacer suya la lección aprendida a partir de la propia experiencia, en cualquiera de todas las innumerables posibilidades de dirigir su interés teniendo como precepto irreemplazable la confianza en sí mismo.
Esto se remite a preguntas sencillas: -¿Quién busca?, ¿Qué busca?, ¿Adónde quiere ir?; porque si otro busca por nosotros sólo iremos al sitio que aquél busca pero jamás llegaremos a saber quiénes somos en realidad.
Con Amor,
Graciela Khristael


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psiconumerosofía.blogspot.com


lunes, 15 de septiembre de 2014

La Rueda del Tiempo

¡Amores!

Cuán lejos viajan los sueños y que cerca quedan los pies a consecuencia de los miedos. Entre uno y otro punto, vamos liberándonos de la falta de coraje para aceptar el desafío de vivir, cuando por fin reconocemos que el miedo mayor es hacia nosotros mismos. 
Con Amor,
Graciela González Khristael




miércoles, 10 de septiembre de 2014

Lazos Mágicos

¡Amores!

A esta era resulta muy difícil definirla en pocas palabras porque si hay algo que sobran son -precisamente- palabras. El estado de hiper-información constante, nos sitúa tantas veces en un paradigma absurdo como es el de saber de todo y la vez -al mejor estilo socrático- nada saber.
Inmersos todos en una vorágine comunicacional, surgen las disputas por un escenario protagónico como parte del ejercicio de las competencias, alimentadas por expectativas que van mucho más rápido que la posibilidad concreta de alcanzarlas. Sencillamente, nos confunde al punto de no llegar a distinguir la diferencia entre nosotros y los otros en cuanto al respeto por el camino individual.
Las supuestas verdades que se pregonan tanto como sus hallazgos de máxima pureza en mil y un área del conocimiento, pocas veces despliegan mantos de claridad sobre la vida misma resultando –por el contrario- que aturden con sus ruidos, desvían con sus propias dudas y confunden aún al más intelectual.
Sucede, en la práctica, porque el vehículo que puede llevar por la ruta correcta a cada quién está en cada uno de nosotros y eso dejó de ser hace mucho tiempo materia de revisión. Aquello de “el poder está en ti”, no hace referencia a fuerzas para presionar sobre otros sino a potencialidades intrínsecas para generar los más poderosos cambios en uno mismo. Contamos con nuestra posibilidad individual de hallar los senderos correctos resultando que tomar el camino que nos lleva a la memoria del “quién soy” es como subirse a una alfombra mágica, cual mandala viviente que se activa con una conciencia pura, con pensamientos sanos, con el desapego de las memorias dolorosas que nos atan a pasados de frustración, pérdida y fracaso.
Tenemos nuestra antena interior que sabe inteligentemente hallar la mejor frecuencia para nuestra vida y solemos forzar el dial para sintonizar los peores sonidos. Estamos provistos de la capacidad de amar inscripta en el ADN, con la habilidad de crear fractalmente un universo de Amor, resultando que en su lugar seguimos fabricando dificultades para la posteridad; haciendo caso omiso al hecho que cuando llegue la muerte física a nuestras vidas será de esperar que no nos encuentre con un catálogo de productos para comprar en la mano, sino con la energía de nuestro otro Yo, viniéndonos a buscar. Ninguna situación puesta en extremos de análisis conduce a un evento placentero, resultando de este modo que la vida que cada quien lleva debe ser anclada en la convicción de que le resulta feliz; porque en el libre albedrío cada uno de nosotros realiza una experiencia distinta.
Lo maravilloso sería preguntarnos de vez en vez si hacemos felices a otras personas.
Este es el tiempo de los Lazos Mágicos, tal y como si todos fuésemos niños a la vez porque de eso se trata la inocencia: de un estado y no de una edad biológica; como en los juegos de la infancia que recrean la comunión de lazos en alegres rondas que giran y hacen girar a la vez todos los sueños.
Que este encuentro de hoy a través del sonido de la palabra que viaja de mil modos al corazón de las personas, nos conduzca a un sueño reparador, a un intento renovado por soltar de nuestro equipaje las envidias, los malos deseos, los enojos y los dolores físicos como consecuencia de pensamientos destructivos que hemos almacenado durante años.
Que el ser ingenuo que nos conforma, revestido de este traje que ha permitido a tantas malas intenciones parasitarlo, logre la supremacía en este día, sanándonos así como devolviéndonos  la confianza perdida en quien nos puede salvar de tanta insensatez: nosotros mismos y nuestra conexión con la sacralidad según cada quien la considere.
Con Amor,
Graciela Khristael
fuenteperfecta@gmail.com

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Despierta!

DOMINGO 7 DE SEPTIEMBRE DE 11 A 15 HORAS ZONA OESTE
SÁBADO 13 DE SEPTIEMBRE DE 14 A 18 HORAS ZONA OESTE
SÁBADO 20 DE SEPTIEMBRE DE 14 A 18 HORAS CAP. FEDERAL