lunes, 20 de abril de 2015

Desde el Silencio.

Momento de Despertar.La Paz de mi silencio.

Un mal recuerdo es como un alimento en mal estado, porque ambos intoxican.
Uno comienza desde el estómago y se propaga al resto del cuerpo hasta que la mente no sabe cómo controlar el malestar.
El otro nace de la mente sin tener adónde ir; le pertenece y con su poder somete a todo el individuo a un indomable pesar.
Así, por ignorancia o por comodidad, solemos sentirnos con mayores destrezas en la batalla diaria del sufrimiento que en el campo fértil de la sabiduría interior; porque en la primera escena va toda la humanidad (que no es poco decir) y en la segunda también.
Puede entenderse entonces, que si somos los mismos en todas las circunstancias, es porque como humanos somos la coherencia y la paradoja; la comodidad y la decisión; el miedo y la certeza; los que estamos lejos o quienes podemos conocernos a nosotros mismos.
Vivimos en un Planeta con puentes hacia todas partes: colgantes que construye el viento, firmes que cruzan la tierra, dúctiles movido por las aguas, serenos en las llanuras desiertas, húmedos en las selvas y silenciosos en medio del aire; sin embargo, queremos escaleras.
Siento que no hay cielo más lejano que el que pintamos con la mente lejos de nosotros ni utopía más probable que la fe en lo que ya conocimos desde antes de nacer.
Con Amor,
Graciela Khristael

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