NO HAY ESPINAS
Acostumbrados a perpetrar actos sin la fuerza del corazón, es probable que algunas almas elijan el destierro permanente de sus opciones de encontrar su luz, a cambio de dañar los sueños de quienes ya no duermen como ellos.
El coraje que regala el Amor, es a prueba de dudas porque cuando se halló la escalera que conduce a la Fuente de todas las posibilidades, ya no existen oscuros presagios, apenas –si acaso- instantes de pausa en el camino.
El valor que otorga la conquista de ese Amor, fortalece el espíritu de los nobles como tú, que siguen haciendo de cada espina un escalón por donde ascender a la rosa.
Sigue allí.
Hay un sitio para ti, en donde el desierto más grande lo abarca el silencio de tu paz.
Un lugar casi encantado, en el que un salto de altura incalculable, suelta al vacío toda el agua de tu grandeza fertilizando todo a su paso.
Un mundo sin tamaño, con un sol sin cáscara ni intenciones de encandilarte.
Sigue allí, subiendo por las escaleras de las espinas que la experiencia de vida te presenta.
Te doy una mano, sé que allí está la tuya.
Todo en ti es lo mejor que tiene tu paisaje en el planeta de tu corazón.
Ve por él, sueña con él, vibra con él.
No tienes que ayudar a persona alguna, si antes no te tienes en el camino.
Avanza sintiendo el perfume que sólo posee la Luz.
Envuélvete en la aventura de serte fiel.
Sube. No temas.
Allí está lo que buscas, en el único lugar posible; en el Paraíso de tu Verdad.
Quien descubre su Ser, encuentra su Verdad y con ella la perfecta unión con la Fuente (Dios, Padre/Madre, Divinidad, Ser Superior; Yo Soy).
Graciela Khristael Marzo/2013 Vuelto a publicar: 08/06/2015
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